La tensión dentro de la sala podía cortarse con un cuchillo.

—Volvamos al punto del doctor Rhys —dijo la doctora Velhar, cambiando abruptamente el tema.

La incomodidad se hizo palpable.

—La autopsia preliminar indica…

—Que fue descuidado —interrumpió un purista—. Se confió demasiado con sujetos inestables.

—¿Descuidado? —Adrian lo miró como si lo hubiera escupido—. Lo obligaron a aumentar la intensidad de las sesiones. No tenía opción, estaban exigiendo centinelas de emergencia, el hombre solo estaba haciendo su trabajo.

—Tenía opción de no morir por una simple reacción mental.

—¡Pero no fue culpa de Isela o Cayden! —Adrian rugió.

—Los Alfa son peligrosos cuando se ven acorralados. No puedes negar eso —La purista replicó

—Pero sí puedo negar que tengan la culpa. El responsable es quien los llevó a ese límite. Y todos sabemos quién fue.

Otra vez: la sombra de Leo cayó sobre la mesa.

Nadie quería pronunciar el juicio final. Si acusaban a Leo sin pruebas, serían ejecutados por traición.