Lucas Martini
Nunca he sido un hombre supersticioso, pero cuando los nombres empiezan a repetirse en expedientes de diferentes épocas, empiezo a creer que hay algo más que simples coincidencias. Fabio Santino y Gregorio Lanza. Dos nombres. Un mismo lugar. Un mismo año. 2002. Ambos ingresados en el mismo psiquiátrico. Ambos relacionados con Elena Soler, aunque de maneras que aún no alcanzo a comprender del todo.El despacho olía a café viejo y papeles antiguos. Tenía las paredes forradas de documentos, mapas, y fotografías. Ariana me había dado acceso a todo lo que había encontrado por su cuenta. No era común que una heredera de una familia tan poderosa confiara en alguien como yo, pero se había convertido en más que una cliente. Su obsesión era la mía.La computadora emitió un leve pitido. Era un correo del contacto que aún tenía en el archivo histórico del hospital psiquiátrico Santa Eugenia. El archivo adjunto contenía las fichas de Fabio y Gregorio. Abr