Ian abre los ojos con lentitud siendo despertado por los rayos de luz que entran por la ventana. Una sonrisa se le dibujó en el rostro al pensar en la cara que iba a poner a Sofi en cuanto vea lo que él preparó para ella en el cuarto continuo.
Él vive en una casa bastante prominente, después de estar unos meses alquilando cuando llegó a Buenos Aires y decidió quedarse, también decidió comprar una casa y dejar de pagar el alquiler de un apartamento insignificante. La casa es de dos pisos y tiene cuatro habitaciones, las cuales están amuebladas para los invitados, hasta que se comprometió en cumplir las fantasías de la chica de la sonrisa tímida. En uno de esos cuartos había preparado una gran sorpresa para Sofi y estaba dispuesto a que este fuera el día para empezar a utilizarla para el compromiso que le hizo. Este iba a ser el gran día; iban a empezar con las fantasías de ella como era debido.
De un salto sale de la cama y se va directo al baño a ducharse. A los veinte minutos sale co