CAPITULO 32

ALESSANDRO

—Te he extrañado estos días… —musité, con la intención de sonsacarle la verdad sobre su matrimonio y que asumiera que era virgen—. Lo sabías y no te acercaste… —añadí y ella suspiró.

—Estabas de tan mal humor que temí acabar con la poca paciencia que a ambos nos queda. La situación de tu familia tampoco ayuda, Alessandro. No quería remover cosas que crearan conflictos entre nosotros por tu padre; no quiero que se disguste por nuestra causa y empeore… —contestó, conmoviéndome hasta los huesos. Sin embargo, necesitaba que me dijera la verdad.

—¿Por qué, Leticia? —le pregunté y ella frunció sus bellos ojos—. ¿Por qué lo elegiste a él en lugar de a mí? —insistí—. Pensar en ello, me pone loco y celoso.

—Luis ya está muerto… —musitó como queriendo consolarme y reí negué.

—Eso no cambia que lo hayas escogido; si te hubiera conocido después de casarte, sería distinto: él sería un mero recuerdo, un pasado sin importancia para mí, pero no fue así.

—Yo no lo escogí, Alessandro...

—Sí
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App