Capítulo 142. Ecos del corazón
Isabella no pudo sostenerse más.
Apenas dio un paso dentro de la casa, su cuerpo cedió al agotamiento. Irina vio cómo sus ojos se cerraban antes de que su cuerpo comenzara a caer, y actuó por instinto.
— ¡Matilde, ayúdame! —exclamó, corriendo a sujetarla antes de que su cabeza golpeara el suelo.
Matilde reaccionó rápido, sosteniendo a Isabella por los hombros mientras Irina revisaba su pulso con manos firmes. Estaba demasiado débil.
— ¿Hipoglucemia? ¿Deshidratación? Necesitamos estabilizarla rápido—murmuró Irina—. Matilde, tráeme agua. Y sal. —murmuró, considerando que la causa de su colapso podría ser más que solo agotamiento.
Matilde corrió a la cocina mientras Irina acomodaba el cuerpo de Isabella en el sofá. Sus labios estaban secos, su piel demasiado pálida, y su respiración irregular.
—Isabella, despierta. Necesito que abras los ojos —susurró Irina, dándole pequeños golpecitos en la mejilla.
La joven no reaccionó de inmediato, pero tras unos segundos, su pe