El Eco Del pasado
El grupo había seguido el rastro de un cargamento de droga hasta una antigua fábrica abandonada en las afueras de Londres.
La fábrica olía a óxido, humo y sangre vieja. Las sombras parecían moverse con vida propia mientras los pasos de Damian se deslizaban entre los pasillos cubiertos de polvo. Roman iba detrás de él, los colmillos a medio salir, alerta.
- Hay movimiento en el nivel inferior. - susurró Sasha con una tableta funcional entre sus manos, con los ojos fijos en las imágenes de rastreo satelital.
Damian alzó una mano para señalar silencio a medida que avanzaban. El aire estaba denso y no solo por el polvo: había algo más.
Algo... antiguo.
Un murmullo gutural retumbó desde las profundidades. Luego, un paso. Otro. Hasta que una figura emergió entre la bruma de los escombros.
Vestía ropa oscura, sin insignias visibles. Llevaba el rostro cubierto por una máscara parcial y lentes opacos, pero su porte era regio, firme, inamovible. Cuando habló, su voz tenía una