Mundo ficciónIniciar sesiónLa Sed
La ducha aún corría, el agua cayendo con un ritmo constante mientras el vapor llenaba el pequeño baño del apartamento de Damian. Alessia apoyó ambas manos en los azulejos fríos de la pared, dejando que el calor del agua se deslizara por su piel. Su mente aún zumbaba con los ecos de la batalla, con la sensación persistente de que algo estaba fuera de su control.
- ¿Vas a decirme la verdad o te la digo yo?
La voz de Aria la sobresaltó.
Alessia se giró de golpe, sus ojos dorados aún nublados por la fatiga. No la había escuchado venir. No la había sentido. Su pulso se aceleró un instante, la incomodidad retorciéndose en su estómago. No había escuchado a Aria entrar y ese simple hecho la hizo tensarse. Sus sentidos eran un desastre.
Aria la miraba con los brazos cruzados, el ceño fruncido con molest







