Capítulo 92. Advertencia
El aire fresco del atardecer los acompañó en silencio durante el regreso. Joseph caminaba a un ritmo tranquilo, como si quisiera prolongar cada paso junto a Mya, mientras ella, aunque un poco incómoda al principio, empezaba a disfrutar la calma después de la conversación que habían tenido en el bosque. Él había escuchado sin interrumpirla, había mostrado una empatía que no esperaba, y eso había suavizado la resistencia inicial que sentía hacia él.
La entrada del castillo se alzaba imponente frente a ellos, bañada por el dorado del sol que caía. Mya sintió un leve escalofrío al cruzar el arco principal, una mezcla de nervios y de la sensación de estar volviendo a un lugar lleno de miradas y juicios.
Joseph le sostuvo la puerta, y ella, algo cohibida, le dio las gracias en voz baja.
—Siempre tan educada —comentó él con una media sonrisa—. No es algo que se vea mucho por aquí.
Ella bajó la mirada, sonriendo apenas, y se adentraron en el vestíbulo. No habían dado más de unos pasos cua