Capítulo 132. La carta
Unos días después de la tranquila tarde en que Mya había compartido con Alina sus consejos de maternidad, el castillo parecía respirar con calma. Los pasillos estaban llenos de la luz suave del atardecer, y el murmullo de la vida cotidiana parecía devolverles una sensación de normalidad a Devon y Alina. Sin embargo, la paz siempre tenía su manera de ser frágil en un mundo marcado por guerras, profecías y secretos familiares.
Mientras Alina se encontraba en la sala principal, bordando tranquilamente, su criada apareció portando un sobre sellado con un emblema que hizo que el corazón de Alina diera un vuelco. Era una letra que ella reconocía al instante: la de Marianne. Su hermana, la hermana que había desaparecido meses atrás, había enviado algo desde un lugar desconocido.
—Lady Alina… —dijo Lyra con voz temblorosa—. Esto llegó hace un momento. Debía entregárselo directamente a usted.
Alina tomó el sobre con manos que temblaban ligeramente, y Devon, que estaba a su lado revisando mapas