POV Alaia:
Aprieto mis labios suavemente y me niego a hablar. La verdad no tengo nada que decir.
—¿Vamos?
Extiende su mano en mi dirección y, aunque lo dijo a modo de pregunta, sé que es más como una orden. Observo su mano dudosa, hasta que finalmente decido tomar la mano que él me ofrece.
Su mano se afirma en la mía y empieza a caminar arrastrándome consigo. No sé qué está planeando, no sé siquiera hacia dónde vamos, pero no creo que me agrade mucho su sorpresa.
Empezamos a caminar en completo silencio por las veredas del jardín. Por la dirección que hemos tomado, vamos a salir del jardín por una de sus tantas entradas y salidas.
Yo no digo más, no me atrevo a seguir indagando o tentando mi suerte con este monstruo que se aferra a mi mano como si su existencia misma dependiera de ello.
Miro con curiosidad cómo salimos del jardín, pero al otro lado del pasillo donde se encuentran las habitaciones. ¿Vamos a salir del harén? Por aquí es donde se encuentra la salida, pero tomamos una lig