POV Alaia:
Bien...
Hice una mueca mirando mi reflejo en el espejo del tocador. Me dijeron que debía estar puntual en el cenador y que debía arreglarme, así que prácticamente corrí a bañarme y tomé lo primero que encontré en una de esas maletas que aún no había desempacado.
Por suerte, me topé con un vestido bastante decente. Era un vestido corto blanco de escote redondo y manga tres cuartos, abultadas en la parte superior con una abertura en los hombros que se adornaba con un encaje floral bastante bonito. Su falda tenía pliegues y se ajustaba en la cintura, definiendo mi escasa figura.
El calzado fue difícil de elegir, pero opté por unas sandalias planas estilo griego, con un adorno dorado en forma de hojas de laurel que se extendía desde el dedo gordo del pie hasta el tobillo, donde se sujetaba con unas tiras que envolvían mi tobillo.
Sinceramente, no sabía si se veía bien, pero no tenía tiempo de cambiarme. Decidí no lavar mi cabello, eso me tomaría mucho tiempo; en cambio, lo de