LEONARDO

Me despierto con el móvil vibrando sobre la mesa. Parpadeo varias veces antes de darme cuenta de quién es: Kevin.

El líder de la manada Sangre Carmesí rara vez me llama directamente. Siempre va acompañado de Carlisle cuando se trata de asuntos importantes… y esta vez no.

Leo el mensaje: “Ven a la mansión. Necesito hablar contigo.”

Le respondo que pasaré a las 12 del mediodía, y él contesta simplemente: “De acuerdo.”

No sé qué esperar. Kevin no da citas sin motivo… Estoy realmente intrigado.

Pero hay otra cosa que me pesa más que la intriga: llevo días sin ver a Gema, y eso me tiene de mal humor.

Llego al despacho de Kevin y empujo la puerta con cuidado. El interior es amplio, con muebles de madera oscura y un aire solemne que siempre impone. Pero lo que realmente me detiene por un segundo es lo que veo: Elisabeth está sentada en un sillón, con el bebé dormido en un canasto a su lado, envuelto en una manta suave, y a su lado se encuentra Kevin, el alfa de la manada.

En el de