Vladímir
Estamos los tres en el jet a punto de despegar; estoy tomando la mano de mi Any.
El jet se comienza a mover, despega y siento como Any aprieta mi mano.
Y me ve a los ojos; se ve algo asustada.
—¿Pasa algo, mi amor? —le preguntó.
—No solo me llegan malos recuerdos —me comenta.
—Olvida todo eso, ahora estás conmigo y yo te voy a proteger, incluso si tengo que dar mi vida por ustedes dos —le digo y pongo mi mano en su vientre.
Ella solo asiente con la cabeza y la pone en mi hombro. Veo que comienza a quedarse dormida.
Dejo que descanse, sé que ahora que está embarazada duerme mucho; pongo mi mano en su vientre.
"Debes de portarte bien; consumes toda la energía de tu mamá. Espero que te parezcas mucho a tu mamá, tan linda, buena y fuerte", digo en mi mente.
Después de unas horas de viaje llegamos a España.
Mi Any ha despertado y vuelto a dormir durante todo el trayecto.
—Amor, ya llegamos —le digo. Ella comienza a despertar.
—Me cargas —me dice y me estira los brazos