LARS
Mi buen ánimo por la forma en la que había pasado todo con mi padre se extendió hasta la fiesta de la noche, a la que llegué de punta en blanco en compañía del moreno.
El código de vestimenta para los hombres dictaba chaqué y nada de colores extravagantes, así que me puse un traje negro con corbata azul marino, en tanto Ulrik optó por el azul marino en el traje y una corbata un poco más clara.
Al bajar del auto, los miembros del protocolo nos indicaron que debíamos pasar por una especie de photocall para que la prensa y los medios de comunicación nos fotografiaran, cosa bastante normal, y ahí me sentí un poco nervioso, más que nada porque tendría que posar con Ulrik.
A él no pareció molestarle, sino que me dio una palmadita en el hombro y avanzamos.
Esperaba poco interés de los medios; sin embargo, quizá por el tema de nuestro secuestro conjunto meses atrás, y las falsas acusaciones de plagio que terminaron con un obvio movimiento de Ulrik para defenderme… bueno, la prensa no dud