Fernando no tenía nada que ofrecerle no tenía que darle a Daina por eso no quería embarazarla, aunque eso también era un sueño para el darle un hijo cuando de pronto el padre de Daina entra a la habitación mirando con total desconfianza a Fernando y a su hija quien estaba con total nerviosismo, pues tenía miedo de ser descubierta.
— ¿Qué está pasando aquí? —preguntó Diego haciendo que Daina se pusiera de mil colores.
— Nada, señor, solo estábamos hablando — habló Fernando, haciendo que él lo mirara de arriba a abajo.
— Bueno, pues ya es tarde de estar platicando. Daina ve a tu habitación, ya es hora de que te duermas — respondió Diego con total desconfianza.
Por lo que Daina se va a su habitación, tenía miedo de ser descubierta, al igual que Fernando, quien tenía miedo de que su padre se hubiese dado cuenta de que algo había pasado entre ellos dos.
Sin embargo, y para buena suerte de ellos, el padre de Daina no se había dado cuenta. Ella estaba feliz, se había entregado a Fernand