Joder, qué noche. Acapulco late como una vena abierta: luces, sudor, reggaetón que te entra por los huesos. La 4x4 ruge hasta la disco, Maxi al volante, Cata encima de él cantando “Despacito” a grito pelado. Isabella a mi lado, minifalda negra que apenas cubre ese culo que me tiene loco, perfume de vainilla y tequila. Le paso la mano por el muslo; está caliente, lista.

"Amor, pórtate", susurra, pero abre las piernas un centímetro. Sonrío. Mi reina.

Entramos. VIP. Mesa alta, botellas de Patrón heladas. La música retumba. Bailamos. Isabella perrea contra mí, espalda en mi pecho, culo rebotando. Mi verga se pone dura al instante. "Isa, me vas a matar aquí", le muerdo la oreja. Ella ríe, gira, me besa profundo, lengua jugosa.

Maxi y Cata ya desaparecieron un rato al baño. Seguro la está follando contra el lavamanos. Esos dos no paran.

Pido otra ronda. Llega la camarera: conejita semidesnuda, orejitas rosadas, body que deja las tetas al aire. Me roza la mano al dejar el shot. "Para el ital