—Ve y dilo si quieres —contestó Giovanni, sin emoción.
—Pero dime algo, ¿fue Clarissa el que lo buscó, o fue él el que no la dejaba en paz desde hace años? Lo sepas o no, tú conoces la verdad. Y cuando uno habla, tiene que tener pruebas. Tú no las tienes. Yo sí. Así que vamos a ver qué pasa: si Clarissa no entra a la familia Santoro, o si tu novio es el que no vuelve a cruzar esa puerta. O tal vez eres de esas que lo arriesgan todo solo para hacer daño, dispuestas a tirar su relación por la borda solo para que alguien más no forme parte de la familia, aunque eso signifique joderte a ti misma también.
Giovanni se rio un poco.
—A mí los Santoro me dan igual. Pude haber ignorado por completo lo que pensaban y casarme con Clarissa sin avisarle a nadie. ¿Tú podrías hacer algo así? ¿Casarte con tu novio a escondidas, cortando todo lazo con tu familia?
Marie se puso pálida poco a poco, y terminó dando un paso atrás, como si no reconociera a su hermano mayor.
¡Todo esto ya lo tenía planeado de