—¿Se puede saber a dónde irás?
—Me contrataron para cocinar en un evento en otra ciudad, me darán una buena pagá así que decidí ir.
—Pero… ¿Irás sola? ¿No te puedo acompañar? —preguntó Moyra preocupada, casi haciendo un puchero con tal de convencerme.
—Necesito que te quedes aquí trabajando con los dulces. Te enseñe a prepararlos, confío en que puedas hacerlo.
—¡Pero quiero ir contigo! —Extendió la “o” al final, sacando unas cuantas risas de mi garganta.
—Me temo que no será posible, bonita. —termine de empacar los vestidos más decentes de mi armario, en realidad sólo fueron dos, ya que la diosa de las profundidades (La cual aún desconozco su nombre) me aclaró que ella me facilitara ropa con la cual me puedan confundir con una ninfa, hermosas mujeres con cualidades sobre la naturaleza.
No comparadas a las de una diosa, más no tan insignificantes como las de los humanos, que es completamente nula.
No se cómo hará esa mujer para disimular mi carencia de divinidad, espero cuente con un p