Emma:
Aún estaba procesando todo lo que había pasado dentro de ese ascensor, no esperaba que Axel hiciera eso pero... joder, se sintió tan bien, era la primera vez que experimentaba algo así, me sentía tan bien, tan ligera.
Con semejante orgasmo quien no.
Orgasmo.
Algo que jamás había experimentado, con Tom era tan simple y flojo que no sentía nada, pero.. Ahora Axel con una sola mano me hizo sentir muchas cosas, la entrepierna me duele y no porque fue brusco, si no por la sensación de sus dedos.
Esos dedos, que aún los sentía dentro de mi y de como me frotó con el y sentir esa dureza.
Axel besa como los malditos dioses, sus labios eran carnosos y perfectos, me encantó besarlo.
Me acosté en mi cama boca arriba.
—¿Será que me arriesgo? —negué— no no puedo, a penas terminé mi relación con Tom hace una semana ¿Que dirían de mi? Todos en la universidad sabían de mi relación con el.
Aún temo decirle a mis papás sobre mi ruptura con Tom, se que enloqueceran con todo esto, querrán asesinarlo pero prefiero no decirles por ahora.
Me quité la ropa y me fui a bañar, mañana le contaría a Jessie sobre lo que pasó con Axel en el ascensor, aún no puedo creer que el viva pisos arriba de mi, es como si alguien quisiera que nos cruzaramos.
Me duche y me coloque mi pijama y me dormí.
Al día siguiente..
Hice mi desayuno y ya estaba lista para irme a la universidad, me coloque un pantalón de mezclilla y una blusa de tirantes negra, amaba usarlas, me hacían sentir cómoda.
Tomé mis cosas y salí del departamento con mi café en la mano, me encontré con Jess en el pasillo para irnos juntas a la universidad.
—Ahora si ¿Cómo te fue?
—Muy bien, Kurt es un gran chico, me hace reír además de que es todo un caballero —sonrió.
Me contó que conoció a un chico llamado Kurt, que ayer la había invitado a salir al cine, me alegra mucho que mi amiga ese saliendo con alguien, se lo merece.
—Me alegra saber eso Jess —sonreí— vamos, rápido.
Bajamos al estacionamiento y metimos nuestras cosas a mi auto, después de encenderlo maneje hasta llegar a la universidad, por supuesto que le conté lo que pasó en el ascensor.
—Por Dios Emma, o sea que viste estrellas anoche —rió.
—Silencio Jess —rodé los ojos—, y pues si, me sentí increíble.
Le conté lo que había pasado en el ascensor con Axel, necesitaba contárselo.
—Pues querida amiga mía, te dió el orgasmo en un ascensor y solo uso sus dedos —me miró divertida—, cosa que no hizo Tom en un año y medio, que decepción ¿Segura que no eres virgen?
No pude evitar reír.
—No lo soy —reí—, mejor entremos a la clase.
Ambas entramos al salón y nos sentamos en nuestros lugares, cómo todos los días desde que Mikael llegó a dar clases, las riquillas se vestían de manera provocadora para intentar ligar con el, cosa que me parece muy divertido porque Mikael ni siquiera les presta la más mínima atención.
—Buen día clase.
Entró con ese aire de señor lo puedo todo, con su elegante traje carísimo de color azul, se veía precioso ese color en el, usaba sus gafas de lectura que lo hacían ver más guapo, y en vez de corbata, usaba una bufanda de color blanco con líneas azules, me gustaba como estaba vestido el día de hoy.
Su acento ruso bien marcado me gustaba, sonaba muy varonil.
—Comencemos con la clase —sacó unos papeles.
Se concentró en los papeles, luego su intensa mirada se posó en mi, sentí un escalofrío recorrer mi espalda y me tensé bajo esa mirada que sentía que me podía dominar, me sonrió y empezó con la clase.
—Le gustas —Jess me susurró.
—Deja de decir tonterías.
Ambas nos concentramos en la clase, poco después entró la secretaria del decano contoneando sus caderas de forma exagerada y desde lejos podía ver sus pechos casi salir, era más que obvio que casi todas las mujeres y alumnas estaban locas por Mikael, quien no, es demasiado guapo.
—Disculpe que interrumpa su clase profesor Voslov —ella sonrió—, pero el decano necesita a la señorita Emma Allen en su oficina.
Fruncí el ceño confundida ¿Para que me llamaría el decano?
—Estoy en medio de una clase —dijo Mikael algo serio.
—Pero es necesario que la señorita Allen vaya con el decano —ella no dejaba de sonreírle.
Mikael me miró y me asintió.
—Puede ir señorita Allen.
Me levanté y tomé mi teléfono, salí del salón y seguí a la secretaria hasta rectoría, después de un rato ella me dió el pase a su oficina y lo que encontré ahí me dejó sorprendida.
—Señorita Allen, siéntese.
Lo hice frente a el.
—La mande a llamar porque me ha llegado una noticia no muy agradable —se acomodó en su asiento—, le informo que usted está expulsada de esta universidad.
No señor, me tiene que estar jodiendo, lo que estaba escuchando no lo podía creer.
—Podría saber ¿Cuál es el motivo? —trate de mantenerme serena.
—Yo le pedí a mi padre que te echara de la universidad —dijo la mujer frente a mi—, no iba a permitir que la golfa que acosa a mi esposo e inventó ser su amante, permanezca aquí.
—Esto es increíble —negué—, en la corta vida que tengo, he conocido personas estúpidas, pero usted se lleva el premio mayor —le dije a ella.
—¡A mí no me insultas mocosa! —me gritó.
—¡Basta! —la voz del rector era dura— señorita Allen, usted se ha metido en el matrimonio de mi hija, no puedo permitir que permanezca en este lugar, su comportamiento da mucho que pensar.
Saqué mi teléfono de mi bolsillo y llamé a papá, no pensaba dejar esto así.
—Mi niña, tienes abandonado a tu padre.
—Hola papá ¿Podrías venir a la universidad?
—¿Pasó algo?
—Si papá, pero te cuento aquí, necesito qué ambos vengan, pero tiene que ser ahora, vengan directamente a la rectoría —colgué.
El rector me miró serio.
Jamás he usado el apellido de mis padres para mí beneficio pero esta vez haré una gran excepción. No pensaba dejar que ellos me humillaran así.
Poco después mis papás llegaron, entraron a la rectoría y me saludaron.
—¿Cuál es el problema? —preguntó papá Julian.
—Pasa que su hija señor —la tipa me miró con asco—, es una zorra desvergonzada, se ha metido con mi esposo.
—Un momento señora —papá Jamie se colocó frente a ella—, a mi hija no la insulta ¿Quedó claro? —miró al rector— Dígame que sucede.
El rector me dijo a mis papás todo lo que me dijo a mi, yo estaba avergonzada por ello.
—Emma, explícame ahora que sucedió con ese idiota —dijo papá Julian molesto.
—Tom me engañó todo este tiempo papá, me hizo creer que estaba soltero, pero resulta que esta señora —la señalé—, es su esposa, pero lo peor es que ella cree que yo soy la que se metió con el, cuando es a mi a la que ha estado engañando.
—Ese bastardo va a escucharme —Papá Jamie se molestó.
—¿Por eso quiere expulsar a mi hija de aquí?
—Señor Allen debe entender que tengo que defender la integridad de mi hija.
—Y yo la de mi hija —dijo serio—, está más que claro que aquí el que ha estado mintiendo es Tom.
Les conté todo, desde que conocí a Tom hasta la noche en que lo descubrí, les conte todo.
—Lo que hizo fue usarme, me trataba muy mal, yo jamás supe que el era casado, de haberlo sabido, jamás me hubiese metido con el —quería llorar de la rabia.
—Me parece un motivo estúpido querer sacar a mi hija de la universidad por eso, ella tiene excelente notas —dijo papá Julian serio—, lo que pase en su vida personal no tiene porqué afectar su carrera, porque bastante que pagamos por ella —se cruzó de brazos—, pero no importa, si la quiere sacar, hágalo, pero eso sí, olvídese de los donativos de la constructora Allen hacia la universidad, dígale adiós a los fondos millonarios que hacemos cada año para remodelar la universidad.
—Encontraremos una universidad para nuestra hija —papá Jamie sonrió.
El maldito viejo palideció, porque sabe que mis padres son unos de los mayores benefactores de la universidad, no es mas que un viejo interesado.
—Señores Allen, no tenemos que llegar a tanto —dijo nervioso—, podemos hablarlo.
—Pues claro que sí, la dignidad e integridad de mi hija vale mucho más —papá Jamie estaba molesto—, no voy a permitir que levanten falsos en contra ella, solo porque usted —miró a la mujer— esté completamente ciega y no vea la clase de tipo con el que está casada.
—Señores Allen, vamos a dejar estudiar a Emma aquí, ella es una buena alumna —me miró—, una disculpa por el mal momento.
—Esta bien, no me voy de aquí porque aquí está mi amiga y.. —pensé en Mikael— quiero continuar como estaba.
Salí de la oficina junto con mis padres, fuimos hasta un pasillo.
—Hija ¿Por que no nos dijiste nada? —papá Jamie se cruzó de brazos.
—Por vergüenza papá —dije sin mirarlo—, me sentía demasiado mal, no sabía que hacer, me siento usada y.. siento vergüenza de mi misma por permitirle muchas cosas. Lo siento, de verdad-
Papá Julian me abrazó.
—No tienes porque tener vergüenza mi niña, aquí el que falló fue el no tu, espero que no se cruce por mi camino, porque soy capaz de romperle los huevos por engañarte.
—Lo se papá, pero igual no puedo evitar sentirme mal.
Nos separamos del abrazo y ellos me sonrieron, agradezco que me apoyen y no me juzguen.
A nosotros llegó Mikael, venía con su maletín en mano.
—Señorita Allen ¿Está bien?
—Si profesor, estoy bien —miré a mis papás—, ellos son mis padres Jamie y Julian Allen.
—Un gusto Mikael Voslov —estrecharon sus manos.
—Igualmente profesor Voslov, linda —papá Julian me miró—, tenemos que regresar al trabajo, tu madre llamará más tarde —asentí—, por favor habla con ella sobre cómo te sientas, sabes que nosotros somos pésimos en ese tema —rió.
—Está bien papá, gracias por venir —los abracé a ambos—, los amo.
—No hay de que mi niña, adiós profesor Voslov.
Ambos se despidieron y salieron de la universidad.
—Te pareces a tus padres —lo mire.
—Lo se —sonreí leve.
—Te espero en el salón de clases para darte la guía de estudio —asentí—, ve a comer.
Asentí de nuevo y fui hasta la cafetería, dónde Jess me estaba esperando con la comida, me encanta que ella no coma sin mi, siempre lo hace, por eso la amo, por ella me quedé aquí, si no, me hubiese ido lejos.
Aunque también pensé en Mikael, no sería bonito irme lejos y no verlo más...