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Emily:

Emma recayó y ahora me siento culpable por haberla llevado a casa de mis padres, debí cuidarla mejor ahora está ella abrazada a Julian quien tenía la mirada perdida, Jamie estaba sentado a un lado de los dos sosteniendo la mano de Emma, ninguno nos hemos despegado de ella.

La sesión de diálisis había terminado y debíamos esperar unas horas para saber si lo recibe bien o no, de lo contrario, había que buscarle un donador, algo que es más que imposible, porque las listas para un órgano es demasiado grande y no sabría si Emma resistiría hasta que llegara un donador.

—Amor siéntate un momento por favor —Me dijo Julian—, esperemos a ver qué dicen los resultados.

—No puedo —me agarre los brazos—, me siento demasiado ansiosa por saber si ella estará bien o no.

—Lo estará mi amor —Jamie llegó a mi y me tomó de los hombros—, tenemos que tener fé.

A veces la fe me traiciona porque siempre pienso lo peor y me imagino miles de escenarios catastróficos dónde todo sale mal.

El doctor llegó a nosotros con papeles en mano.

—¿Cómo está doctor?

—Esta bien por el momento, la diálisis funcionó pero no al cien por ciento —miró los papeles—, ahora las sesiones serán tres por semana hasta que su riñón pueda mejorar, si eso no sucede.. — el se quedó callado.

—Díganos doctor por favor —pidió Jamie.

—Si su riñón no mejora, tendría que hacerle un trasplante, sería cuestión de unas semanas, pero si no llega un donador rápido o al menos que sea compatible con Emma —parecía pensar lo que diría— si no lo hay, ella solo vivirá por unos meses antes de que el otro riñón empeore. 

Me tambalee y Jamie me sostuvo.

—¿Que? —dije con la voz quebrada.

—Lamento esta situación señora Larson, pero debo ser honesto con ustedes, en una hora se podrá ir a casa y le recetaré medicamentos para ella, permiso.

Abracé fuertemente a Jamie y dejé escapar mi llanto, esto no podía estar pasando, no podía perder a Emma, si eso pasaba me moriría.

—Vamos a buscarle una solución a esto mi amor —Jamie también lloraba mientras me acariciaba la espalda—, lo haremos y Emma estará bien.

Nos separamos del abrazo y limpio mis lágrimas, miré a Julian y el lloraba en silencio mientras abrazaba a Emma y acariciaba su cabello.

¿Que hubiese sido si no los hubiese buscado?

¿Qué sería de mi hija ahora?

Dios dame muchas fuerzas...

Jamie y yo nos sentamos en la silla, al poco tiempo llegó el doctor con el alta y Jamie firmó, después nos fuimos a casa, ya mis amigas se habían ido al igual que los padres de Jamie y Julian.

Cuando llegamos al departamento Emma seguía dormida en los brazos de Julian quien no la soltaba, se que está asustado por lo que pasó con Emma y aún más con lo que dijo el doctor, pero Jamie tenía razón, no podía perder la fé, tendríamos que buscar una solución a esto.

Acosté a Emma en la cama de Julian, el se acomodó a su lado y la abrazó.

—¿Podría quedarme con ella? —me preguntó.

—Esta bien, por favor llámame si algo pasa —el asintió.

Fui hasta el y le di un beso, luego le di uno en la frente a Emma y salí de la habitación, fui a la mía y me quité la ropa para bañarme, después de hacerlo me tiré a la cama, Jamie apareció en mi habitación.

—¿Puedo dormir contigo? Mi habitación está llena de vómito y no quiero limpiarlo ahora, estoy muy cansado.

—Ven aquí —palmee el lado de la cama.

Gateo hasta mi y se acostó a mi lado, después me abrazó y besó mi cabeza.

—Mañana iremos al hospital a hacernos los estudios de compatibilidad, lo haremos todos para saber quién es compatible con Emma —me dijo Jamie.

—¿En serio? —había esperanza en mi voz.

—Claro mi amor, tenemos que asegurar ese riñón para Emma, meterla a la lista de espera sería complicado porque hay muchos niños esperando por un órgano, es mejor hacernos esos estudios y esperemos que alguno de nosotros sea compatible con ella.

—Gracias Jamie —lo mire y sonreí—, no sé que haría sin ustedes.

—Lo mismo que haríamos nosotros sin ti mi amor, prometimos cuidarlas y eso haremos, así que tenga que dar mi vida por ustedes lo haré, porque las amo.

—Yo te amo Jamie.

—Y yo a ti mi amor, demasiado.

Me gustaba esta sensación, a pesar de saber lo de Emma, me sentía tranquila y segura en sus brazos, quería que mis días fueran así, amaba a Jamie y a Julian, de eso no tenía duda y se que darían la vida por Emma, al igual que yo lo haría.

—Cuando todo esto pase, nos casaremos y viviremos en una casa enorme donde haya un lindo jardín para que Emma corra y juegue —dijo Jamie sonriendo—, tendremos una mascota junto con otro bebé.

—¿Otro bebé?

—Claro, quiero que Emma tenga otra hermanita, para que no esté sola.

—¿Y si no quiero más hijos?

—¿No quieres? —me miró frunciendo el ceño.

—Pues ahora no, creeme, parir duele mucho, por ahora quiero concentrarme en Emma y su salud, un bebé ahora no sería bueno.

—¿Quien dijo que sería ahora? —rió—  eso será cuando nos casemos y cuando Emma esté mejor, cosa que así será.

—Y crecerá, será una hermosa chica y tendrá un lindo chico con ella —sonreí.

—Detente ahí Emily, no quiero eso —negó—, Emma tiene que estar con un hombre que sea digno de ella, alguien con visión, que la ame y la respete.. Espera ¿Porque hablamos de eso ahora? —frunció el ceño—, Emma está muy pequeña para eso y cuando suceda tiene que tener al menos treinta años.

—Jamie —me reí—, que celoso eres.

—Oh nena lo soy y más si se trata de ustedes, pero hablando en serio, quiero que Emma encuentre un buen hombre, que le el valor que merece y que le dé voz para hablar y decidir, no quisiera a mi hija en una relación donde el tipo la mande, ahí la que tiene que decidir en su vida sería ella y solo ella.

—Eso sonó precioso Jamie —lo besé.

—Si encuentra a un idiota que le rompa corazón tendré que usar la artillería pesada.

—¿Y esa sería cuál? —alcé una ceja.

—Se usar un arma, también un b**e y el taser eléctrico —sonrió de lado—, Créeme que el imbécil que se trate de pasar de listo con mi bebé, le irá mal.

No pude evitar reír un poco, me hizo bien distraerme un poco de lo que había pasado, Jamie hacía bien en mi, lo amaba demasiado.

Me acosté de nuevo en la cama y le di la espalda, el rodeo su brazo en mi cintura y me pegó a el.

—Te amo Emily, buenas noches.

—Buenas noches mi amor.

Entrelacé mis dedos con los suyos y cerré los ojos, hoy ha Sido una noche muy dura.

Solo espero que mañana todo mejore...

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