¡Que los cumplas pequeño Benji… ¡Que los cumplas feliz!- El pequeño sopló con entusiasmo las seis velas de su torta de superhéroes y levantó los brazos con emoción ante los aplausos de todos los invitados (En su mayoría amiguitos del jardín de infantes y sus madres). Rápidamente sus padres y su hermanito pequeño lo abrazaron y besaron sus mejillas mientras el Elio, el encargado de las fotos, tomaba un hermoso retrato familiar.

Ver crecer sanos y fuertes a los hijos de su amigo era algo que lo reconfortaba. Elio sabía que tan triste y desolado había sido su amigo antes de ser padre. Esos pequeños habían llenado su vida de color y claro, también Mari quien, aunque a veces Elio no la soportaba, sabía lo bien que le hacía a su amigo. Si Mari un día decidía irse, su amigo perdería el rumbo de su vida y probablemente moriría de tristeza.

¿Una porción de torta?- preguntó Mari acercándole un gran pedazo a su cuñado, luego de verlo solo en una esquina de la fiesta. Porque si su esposo no se