Cuando llegamos a la mansión de Santiago, el primo de los Macarthy estaba bastante preocupado por nosotros.
—¿Cómo se desaparecen toda la noche sin decirle nada a nadie? —nos dijo con los pelos de punta. El hombre parecía bastante serio y educado, pero casi levanta la mano para darle un golpe en la coronilla a Nicolás.
—Lo siento, no tuvimos tiempo de avisar, estuvimos escondidos en los túneles.
Después de explicarle toda la historia de lo que había sucedido, entonces Santiago confió en que teníamos la razón. El hombre que nos había interceptado en los túneles parecía tener razón.
—Ya mismo voy a mandar a investigar esa parte de los túneles donde él dijo que supuestamente se estaba escondiendo. Por si tiene razón, vamos a tener una gran ventaja por delante. Y si no, si no tiene razón, o si de pronto Oliver cambió de lugar otra vez, vamos a encontrarlo. Te prometo que vamos a encontrarlo, y si no lo hacemos nosotros, entonces la policía lo hará. Porque tengo una muy buena noticia, Alan