MOLLY DAVIS
—Damián Ashford… —repetí su nombre con una sonrisa—. ¡Andy se consiguió a un hombre muy guapo como esposo! ¡De seguro sus hijos son super lindos!
No era el momento para estar emocionada, no era una reunión familiar, pero mi pecho estaba lleno de una explosión de alegría que me estaba costando mucho controlar.
—Tenemos tres… y uno viene en camino —contestó Damián, mientras me llevaba del brazo, paseándonos entre la gente, mientras sus hombres parecían estar cuidando de que nadie nos viera o se nos acercara.
—¡¿Cuatro?! —exclamé sorprendida y di un par de saltitos, la energía me salía por los pies—. ¡Vaya! Para Andy que nunca pensó tener hijos ni una familia eso es nuevo.
—¿En serio? —preguntó Damián dejando de ver alrededor en busca de una salida. Sus ojos de obsidiana se clavaron en los míos—. Cuando la conocí ella… quería darle un hijo a su entonces esposo… John Carpentier.
—Bueno, tal vez lo hizo por presión. Ella nunca fue muy hogareña de todos modos. —Me encogí de h