ANDY DAVIS
Necesitaba aire, las cosas me estaban abrumando. Apenas entró la enfermera para revisar a León cuando yo decidí salir por un vaso nuevo de café, aunque ya había dos enfriándose sobre el mueble.
Quería ordenar mis pensamientos, decidir qué haría con la noticia del compromiso de Damián. Me sentía estúpida por haberme permitido bajar la guardia, por haber sentido ese cosquilleo de emoción cuando él estaba cerca. Me había dejado engañar por una fantasía que jamás podría ser real. Había sido un error besarle, un error escucharle, un error mirar en sus ojos la promesa de algo que nunca llegaría.
¡Era el mismo hombre del que había escapado! ¿Solo por aceptar salva