SHAWN ROBERTS

Dejé correr el agua mientras Rachel y su padre discutían. Era el momento perfecto. Comencé a revisar entre los papeles de su escritorio, por suerte era una chica ordenada, todo estaba por fechas y catalogado con post-it de colores.

Fue un consuelo que no había nada sospechoso entre sus cosas. Ningún contrato o documento que pudiera asociarla a los Makarov. Aunque su comportamiento con Alexei era suficiente para demostrarme que no había nada entre ellos, esto terminaba de confirmarlo.

Me apoyé con ambas manos en su escritorio y sonreí aliviado. El miedo de que tuviera que matarla lo había abandonado desde ayer, porque ya estaba decidido a que, por muy feas que estuvieran las cosas, no lo haría, prefería desertar y abandonar a los Ashford que hacerle daño. Ahora que sabía la verdad, todo sería más fácil.

Aunque aún quedaba una duda. ¿Cómo era posible que Alexei contestara todas esas llamadas por ella? Era lo único que aún no tenía explicación, pero la encontraría.

Me di