CAMILLE ASHFORD
¿Quién dijo que vivir en una mansión con todas las comodidades era divertido? Suena genial, pero en realidad cuando no se tiene mucho que hacer, es demasiado aburrido. Así que, prácticamente sin pedir permiso, me puse a arreglar las flores que adornaban cada habitación.
—Señorita Camille… No debería de estar aquí. ¿Por qué no va a su habitación y…?
—Estoy aburrida —interrumpí al ama de llaves mientras resoplaba—. ¿En dónde consiguen estas rosas? Nunca las he visto en las florerías de la ciudad.
—El señor Blackwell las cultiva en el invernadero. Es el único lugar donde no podemos pasar sin su permiso —contestó viendo las rosas con atención—, y es el único momento donde parece humano.
¿Él las cultivaba? ¿El mafioso sanguinario le gusta la botánica? Irónico y romántico. Un hombre tan oscuro y cruel como… dedicado y gentil. ¿Eso era posible?
—Sí está tan aburrida, entonces puede ir al jardín a recibir un poco de sol, se ve pálida —agregó con media sonrisa, tentada a qui