LUCIEN BLACKWELL
Me quedé por largo rato dentro del auto, pensando en que lo que le había hecho a Bastián no había sido suficiente. Aún sentía el odio palpitando en mi pecho. Ese hijo de puta se merecía algo peor, más macabro, como meterle cohetes por el culo y reventárselos. Esperaba que Carter fuera más creativo, si no, tendría que asesorar a Damián y darle ideas, todas esas que se me ocurrieron de camino y que ya no pude hacer.
Bajé del auto con pesadez y caminé hacia la entrada del hospital. Necesitaba ver a Camille, necesitaba estar con ella y hacerla sentir la mujer más amada y adorada, que entendiera que bajo ninguna situación la dejaría sola.
Al rebasar la puerta me di cuenta de que la zona estaba en caos.