Capítulo 62. La voz que ya no calla.
Derek.
Por un momento, el mundo se detuvo.
Allí estaba él, de pie en el escenario, aún con el micrófono en mano, bajo los reflectores que alguna vez solo iluminaron colecciones clásicas, discursos predecibles y rostros aprobados por su familia. Pero ahora… ahora todo había cambiado.
Christine.
Por supuesto que sería ella. Nadie más era capaz de destilar veneno con tanta elegancia fingida y crueldad medida. Su voz había cortado la ovación en seco, salpicando con su veneno el momento que él había esperado toda su vida.
—…Traes a tu hijo bastardo, a una cualquiera y a su amante. El trío perfecto.
—Y dejas de lado a toda tu familia por estas personas que no valen nada.
El murmullo del público se convirtió en un oleaje de incomodidad, suspiros y teléfonos levantándose para captar el escándalo.
Derek tragó saliva.
Miró hacia donde estaba Ellen. Ella permanecía firme, aunque podía notar la tensión en su mandíbula. Alessandro, protector como siempre, estaba delante de ella. Greta sostenía a