# Capítulo Veintiséis
MATTEO
“Mierda,” murmuro, mientras nos detenemos afuera del spa. “Olvidé despedirme de Colina.”
Salvatore resopla pero sale del vehículo, y también lo hacen los guardias que trajimos. Salto y me apoyo en el techo del auto deportivo, esperando a que llegue la SUV con los guardias. “¿Qué? Los escuché a ustedes dos anoche, hermano.” Muevo las cejas.
Sus labios se curvan en una sonrisa satisfecha, incluso mientras apoya sus brazos sobre el auto como yo. “¿Y qué? A diferencia de ti, hermanito, puedo separar el sexo de los sentimientos.”
“Ajá, entonces ¿por qué golpeaste a Rafaele esta mañana por ser demasiado ruidoso y casi despertarla?” lo provoco.
Pone los ojos en blanco pero pierde la sonrisa. “Necesitaba dormir. No podía lidiar con sus berrinches.”
“Claro.” Sonrío mientras rodeo el auto, y nos dirigimos hacia el spa. “Entonces ¿por qué la arropaste y la besaste para despedirte cuando pensaste que nadie estaba mirando?”
Se congela, su cabeza girando para fulminrarm