Capítulo 234.
—Qué decepción debe ser darte cuenta tan tarde —continuó—. Aunque confieso que fue divertido hacerte creer que tenía miedo. De hecho, todo fue mucho más fácil de lo que Valente dijo que sería.
Mientras hablaba, jugaba con el anillo de su mano, girándolo con lentitud.
—Yo era su voz en los lugares donde tú llegabas, por algo soy su esposa —susurró.
—¿Y en serio me crees tan estúpida para haber creído en tus lágrimas?— Harper guardó el teléfono en su bolso. —Yo hice eso antes, Phiama.
Sostuvo el bolso con una mano.
—Pero hasta en eso no pudiste superarme—, la miró con lástima. —Nadie podía creer un papel tan bien ejecutado, medido y ¿que Valente te haya permitido escapar con tan pocas heridas?— esbozó una risa ligera, ocultando lo que verdaderamente sabía de ella, pues no mostrar todas las cartas a la vez también era una jugada—. Ni en mis sueños más ingenuos lo vería como alguien así.
—¿Pretendes que me crea que adivinas todo?— quiso verse más confiada—. Esta bien. Dig