Capítulo 199.
Volvieron al hotel con una botella que acabó en los labios de Harper, mientras el beso se mezclaba con el sabor fuerte del licor. Mateo atacó con urgencia sus labios, sentándola en uno de los muebles antes de retirarle las bragas y separar los muslos, arrodillado para enterrar la lengua en la hendidura.
Harper sujetó el cabello, echando su cabeza hacia atrás al sentir la habitación llenarse de un calor que estaba por estallar su rostro. Su vientre se contrajo al sentir la lengua deslizarse por su canal, en tanto subía el vestido para apretar los senos, dejando ese dolor delicioso en ellos. Se estremeció ante los espasmos que liberaron sus gemidos, mientras sus piernas atrapaban a su marido.
Este se incorporó y la sujetó de la manos con una de las suyas, mientras con la otra liberaba el falo endurecido que paseó por la entrepierna de la pelirroja.
—No hemos terminado, Harper. No me has dado todo todavía… —gruñó, con una voz rasposa que le hizo estremecer el alma.
Antes de que pudiera