Capítulo 154.
—No lo creo necesario— la voz de Rüdiger se filtró entre las paredes de la edificación. —Cuándo se perciba el mínimo peligro, lo sabremos y controlaremos la situación.
—En ocasiones la gravedad de la estupidez en las personas, es desesperante— contestó el portugués ante las palabras del sujeto que aseguraba tener en sus manos al mafioso que él buscaba. —Deberías usar el cerebro y pensar en que si se me perdió a mí, no deberías subestimarlo.
—En lo que a mí me concierne no se me ha perdido ninguna presa nunca— contestó Rüdiger demostrando la seguridad que tenía en su audacia, lanzando su burla a la vez, mientras observaba al mafioso bajando las escaleras.
—Si lo pierdes estando en tu poder, y al llegar me encuentro con esa noticia, quién caminará en la cuerda floja con fuego bajo ella, serás tú— destacó Valente. Mateo simuló ser ignorante a lo que este hacía, mientras sentía el par de ojos siguiéndole en todo momento.
—Por esa amenaza se sube el precio de diez millones a veinte— Rüdi