Capítulo 155.
—La única que te importa soy yo y te obsequio un poco de atención, porque al parecer nunca la tuviste de nadie— contestó la pelirroja con su voz neutral.
La risa de Valente no la inmutó.
—Quedan tres, Alaric, Delphine y Harper Visconde— murmuró. —Bueno cuatro, pero dos de ellos pronto estarán en manos de la guardia del marqués, porque tu hermana, la de decencia olvidadiza, le inventó que estaba en un lugar, cuando está en brazos de cierto albanés.
—¿Ser comunicativo ahora es tu ocupación?
El toque burlesco no le pareció divertido. Intimidarla no era fácil. No se equivocaba cuándo pensaba en la idea de que sus vidas había sido tocadas por las mismas situaciones, llevándolos a ser lo que ahora eran.
—Hacerte la fuerte no significa que lo eres— el portugués caminó rápidamente al vehículo que esperaba por él. —Si pude capturar y enloquecer a tu…ex, creo que contigo las cosas serán más fáciles.
—Me asombra tu confianza, es muy admirable— continuó Harper con una serenidad que seguía me