Es evidente que Lucifer no quiere recibir mi ayuda, quizás porque piense que es algo innecesario o que de alguna forma eso lo haría perder su valor. Sin embargo, en situaciones de crisis debo hacerme cargo de todo lo que pueda.
— Tú…
— Ya sé que es lo que me vas a decir. — respondo con agotamiento.
— No vuelvas a ayudarme, Angela. Te meterás…
— Ya estoy dentro, Lucifer. El hecho de que ellos vayan detrás de ti y sepan mi historia, me dice que si mueres, vendrán por mí y no para pedir las cosas amablemente.
— Eso no va a suceder, sé que…
— No lo sabes, Lucifer. Crees que puedes manejar todo, pero, no es así. Ellos saben de mí.
— ¿Y que con eso? Ellos solo saben lo que eras cuando estabas en su familia, pero, tú has cambiado mucho, no solo curas a los lobos si no que absorbes la energía de los omegas. Todo estará bien, querida.
>> Ellos escasamente saben tu potencial y de lo que eres capaz. Así que, no necesitas preocuparte demasiado. Lo mejor es que no les des importancia a esos inúti