Mundo de ficçãoIniciar sessãoJosh me lleva casi volando en esa silla de ruedas, por lo que, cuando lanzan pétalos de rosas sobre nosotros como recién casados, pocos logran caer sobre mí, ya que, corremos hacia el auto que entró incluso en la parte donde solo estaba la escalera para llegar a la puerta.
— Debemos irnos al hospital ahora mismo.— Ya he avisado de su llegada, no te preocupes. — dice Angelica aunque a los que debe decirle eso son a los alfas que me rodean.— Duele mucho.— Edward, ¿puedes hacer algo al respecto? — pregunta Josh desesperado.Pero, su negativa sin emitir un sonido me dice que no contaré con tan buena suerte y que por esa razón debo pasar por el terrible dolor de traer al mundo un hijo. El dolor apenas cesa por breves minutos, pero, cuando vuelve es extremadamente doloroso.Es un golpe fuerte que por mucho que recuerde las clases prenatales a las que asistí, nada me






