Luego del partido pasaron 3 días, Anais pidió permiso esa tarde para no ir al entrenamiento.
- Hoy te vas temprano, irás a cuidar a tu hermano?- le preguntó su compañera de banco.
- Me comprometí a llegar antes para ayudarlo con las tareas-
- ¿Podrías llevarle este regalo de mi parte?- le preguntó avergonzada, mientras estiraba hacia ella una caja de bombones.
- Se lo entregaré en tu nombre- se esforzó por no reír.
Detrás de ella vinieron tres compañeras más. Traían unas bolsitas con corazones llenas de golosinas-
-Anais… aprovechando que tu llevas ese regalo… ¿puedes llevarle los nuestros por favor… y decirle que lo extrañamos mucho?-
Ella asinti&oacut