Anais es una exitosa y estricta enfermera, su vida pacífica da un vuelco al ofrecerse a cuidar a su ex suegro, una cuantiosa herencia pero con una única condición; volver con su hijo el millonario futbolista Tom Miller por un año.
Ler mais- No aceptaré esto!- gritó golpeando el escritorio.- Un año? No voy hacerlo! No necesito ese dinero!- respondió consternada, su expresión desaprobatoria era innegable, con lo último que escuchó sus ojos enrojecieron.
Habían tres personas en ese despacho, su ex esposo, el abogado y ella, era un lugar amplio pero luego de escuchar la información del abogado sentía que el ambiente le asfixiaba.
- Pero señorita, piénselo detenidamente, es una gran oportunidad para usted!! El Sr. Miller sabía de todas las deudas que contrajo por el parto, deseaba ayudar…- le rogaba el abogado- Su hermano fue su aval, el crédito que tomó para pagar las cuentas del hospital tiene intereses desproporcionados, podría pagar con esto y estar más tranquila.
- Entiendo que el Sr. Miller sabía de la situación económica de mi familia, le dije muchas veces que trabajo todos los días para saldar mi deuda…. No hablaré de ello delante de Tom.-
Tom les escuchaba aturdido, se enteraba de demasiadas cosas en segundos y su cerebro no procesaba las novedades.
- De qué parto habla Sr. Clark?- logró preguntarle al abogado, Tom se pegó en esa frase
- No es algo que debas saber.- le respondió cortante su ex esposa- Si bien, quien aparece en ese testamento es mi hija, me involucra a mí también, no acepto esas condiciones.- empujó la silla.
- Aún puede pensarlo, el sr. Miller sabía que reaccionaría de esta forma.- le trataba de calmar el abogado.
- No viviré con él otra vez- señaló a Tom sin mirarlo, el futbolista se quedó pegado en la última frase del abogado “parto” Anais se marchó dando un portazo.-
- Hija? ¿ qué parto? – repitió Tom – Sr. Clark, ¿ qué ocultan mi padre y Ud.? ¿ por qué está involucrada mi exesposa?- él también se levantó de la silla.
El abogado, se acomodó los lentes y manteniendo la calma, se volvió a sentar- El último deseo de su padre, se relaciona con ella.-
- Anais ?- se río sin ganas- Nosotros nos separamos hace 6 años…-
- Eso lo sabía el Sr. Miller, el quería que su nieta tuviese una familia.-
- Nieta?-
- Su hija señor- luego de eso guardó silencio, la expresión pálida y asustada del joven futbolista, le hizo entender que debía darle tiempo para procesarlo.
Fuera del despacho, la otra parte involucrada, estaba furiosa- ¿Sr. MILLER por qué me hizo esto? – miraba el cielo desilusionada.- Debí mantenerme alejada de esta familia como dijo mi hermano.- suspiró- Me equivoqué…-
Semanas antes, Anais no imaginaba lo que le tenía preparado el futuro, su cotidianidad se perdería, su rutina se dividía en el hospital y su hija de 6 años, trabajaba de lunes a viernes como supervisora del servicio de cirugía y fines de semana por medio hacía turnos extras en Urgencias, disimulaba con éxito el cansancio acumulado, pero se volvía más irritable.
- La reunión de enfermeras ha terminado por hoy.- anunció la coordinadora de enfermería de la clínica.
- “Es decir, la junta de brujas de esta semana termino”- pensaba Anais, miró la hora en su celular y se dio cuenta que era pasada las 11 de la mañana.-
- Viste las noticias Anais?- le preguntó su amiga Ginger que caminaba a su lado.
- No esta semana… he dormido algunas noches aquí… me desorienté por ello- se cubrió un bostezo.
- Tú ex esposo vuelve al país, aceptó jugar por un equipo nacional.-
- Tom Miller? - comentó desinteresada.
- En la entrevista dijo que era por motivos familiares.-
- Debió venir a despedir a su padre…- comentó triste- No estamos en contacto desde que nos divorciamos… pero el Sr. Miller enfermó de manera repentina, el cáncer estaba muy avanzado y se ha deteriorado mucho… pudo adelantar el traspaso por eso-
- Quiere decir que vendrá a esta clínica, su padre está hospitalizado en medicina- le recordó su colega Ginger.- Tú le conseguiste la cama aquí para poder cuidarlo y no se sintiera solo.
- Avísame para que no me vea, él no sabe que trabajo acá, ni que yo gestioné el traslado de la clínica donde estaba originalmente.-
- Su matrimonio no terminó de manera muy amistosa, aún recuerdo ese día- recordó Ginger de mala gana.
- Tú eres una de las pocas personas que sabe de él con tu marido, sigue guardando el secreto- le susurró..
- Confía en mí. Irás a visitar al Sr. Miller como todos los días?- le preguntó acomodándose el cabello.-
- Sí- volvía a cubrirse el cabello con un gorro clínico.
- Te enviaré un mensaje en caso de que tu ex, llegue al hospital.-
- Gracias.- le sonrío-
- Espera un segundo, cirugía tiene todas sus camas ocupadas? Necesito mover un paciente de medicina para allá.-
- No tengo, quizás mañana alguno sea dado de alta.- le comentaba caminando hacia sus respectivos pisos.-
- Avísame apenas se haga un cupo por favor, los doctores me están presionando a mi también… Recuerda que tenemos la clase de box mañana a las seis!-
- Hablaré con el médico jefe y con respecto a la clase, mi hermano se quedará con Lili, podremos irnos juntas al gimnasio.-
- Genial, tengo que bajar esos kilos que subí por el embarazo!- dijo determinada Ginger.
- Debemos dejar el pastelito post almuerzo si queremos perder algo de peso- sonrío.-
- Eso es complicado jajajjajaja- ambas se rieron. Tú debes comer más, trabajas mucho.- Se separaron y fueron a sus respectivas unidades de trabajo.-
- Jefa!- le llamó una colega enfermera.- su expresión amigable y despreocupada desapareció al momento de tomar su rol.
- Dime Inés! Algún cambio en mis pacientes en este tiempo fuera?-
- No. Todo estable por el momento. No pude conseguir un alta para hoy en mi ala.- le confeso apenada.-
- Tranquila, no es tu culpa, los cirujanos pasan algunos muy tarde y los pacientes prefieren quedarse hasta el otro día, los estamos tratando demasiado bien al parecer. – levantó las cejas.
- Este servicio tiene muchas felicitaciones de los usuarios, eso es gracias a nuestro trabajo como equipo de enfermería.-
- Los becados de cirugía ya llegaron?-
- Sí… estaban en la sala de registro médico.-
- El médico jefe está con ellos?-
- No. Según tabla, está en pabellón.-
- Tendré que darles la bienvenida?-
- Sí- respondió nerviosa su colega.-
En la sala de registros médicos los nuevos becados, conversaban sobre el servicio clínico.-
- Tienen muchos pacientes interesantes.-
- Las enfermeras son simpáticas y los cirujanos son grandes eminencias.-
- El jefe de cirugía es el Dr. Schneider.-
- El cirujano plástico verdad?- preguntó una doctora.-
- Sí.-
- Es muy inteligente y guapo.-
- Debemos esforzarnos, este servicio es famoso por su enfermera supervisora.-
- Su supervisora? La enfermera supervisora?
- Le dicen la Parka.- susurró uno de lo chicos.-
- Por qué?-
- Su palabra es la muerte, los médicos confían en su juicio.-
- Debemos traerle muchos regalos para que nos apruebe.-
- Ni de broma, olvida de tocar un paciente si lo haces, es muy correcta y estricta.-
- Algo más?- preguntó una chica pelirroja que se acaba de sentar a su lado, escribía a toda velocidad.-… la Parka… es un buen apodo-
- Todas las enfermeras tienen algo de pitonisas, pero ella… es terrorífica… dicen que una vez en urgencias iba pasando fuera de un box, se devolvió miró al paciente, el monitor y le dijo al doctor con mucha tranquilidad. “ su paciente…pida el carro de paro…” Al principio el doc la ignoró pero al segundo, el hombre se descompensó, gracias a ella, se salvó.-
- Vaya… eso suena interesante…- observó sin despegar la vista de la pantalla.- … La enfermera supervisora… ya volvió de su reunión… es mejor que los encuentre fuera de su oficina, no le agrada la descortesía.- se levantó y cubrió su cabello nuevamente con una gorra clínica.-
- Gracias compañera.-
Los médicos caminaron rápido hasta la oficina de la enfermera supervisora, uno de ellos tocó la puerta, nadie respondió.-
- Ella dijo que estaba aquí.-
- Sería una mentira.-
- Es verdad.- dijo una voz de mujer que estaba detrás de todos ellos.-
- Cómo lo sabes?.- era la pelirroja de la sala de médicos
- Por que esta es mi oficina jóvenes.- sonrió.
EXTRA 20Finalizando el entrenamiento, Anais les pidió que se quedaran unos minutos más.- Chicos, necesito comunicarles algo importante.- les dijo- ¿ Qué ocurre asistente?- le pregunto Alexander.-- Sólo llevo un par de meses en el equipo, ha sido una linda experiencia… pero debo dejarlos….-- ¿ Qué?- preguntaron todos atónitos.Marco escuchaba sentado en un rincón, Tom permanecía con los brazos cruzados y movía la cabeza en negación, no estaba deacuerdo.- Informé de mi decisión a la entrenadora y aceptó mi renuncia, los dejaré a fin de mes.-- ¿Te tratamos muy mal para que decidas dejarnos?- preguntó uno de los futbolistas.-Anais miró
Se sentía tan aturdida que no lograba diferenciar si era un sueño o una realidad, Tom la levantó del suelo y le sentó sobre el mesón, se abalanzó sobre su pecho y le inmovilizó por las muñecas, cualquiera pensaría que era una acción para evitar huyera pero sólo no deseaba tocarle las manos lastimadas.- Tom…- pudo decir en un segundo que le dejó recuperar el aliento, el volvió a sellar su boca e invadirla con la lengua. Este beso era distinto al anterior, como si estuviese desesperado por demostrarle algo, los dedos en sus muñecas ya no le sujetaban con fuerza, sus yemas le masajeaban y le daban cosquillas. Anais quería abrazarlo, pero era imposible estando inmovilizada, sólo podía seguir los movimientos de su boca y responder obediente, cuando finalmente se separó, la chica estaba tan roja como su cabello y su vista estaba perdida.Tom seguía molestó pero se sentía algo de vergüenza
-Por favor, no le digas al capitán mi secreto, Tom no sabe que escribo y no estoy preparado para que lo sepa.--Pero Tom es seguidor de tus novelas.- le recordó su gemela.-Así descubrí, sin embargo, no es el momento.--Entiendo, respetaré tus deseos.--¿ No puedes dormir? Es por la renuncia ¿ verdad?--&nb
- ¿ Puedo conversar con mi tutor arriba?- se cruzó de brazos Marco.- Por supuesto. Los dejo.-- Anais hablaremos después, necesito aclarar algo contigo.-- Bien.- “ No me gusta el tono con que dice eso” – pensó Anais.- Prepararé la cena con mamá.- Recuerda no mojarte las manos.- le advirtió su hermano.- ¿ Por qué no?- la madre se alarmó ante el comentario.- Tuvo una caída en la escuela, y se lastimó las manos.-- Puedo revisarte las heridas, después de que hable con Marco- le ofreció Bruno.-- Gracias, pero estoy bien, lo limpiamos antes de venir.-- Entiendo.Bruno siguió al pelirrojo a su dormit
Anais aún les observaba desde el suelo, ellas pensaban igual, debía renunciar, si lo hacía, recuperaría el anterior ambiente en la sala de clases y evitaría hablar con Tom.- Esta bien…- respondió la pelirroja.- Haré lo que me pides.- ¡!!Hermana!!!- gritó Marco al verla en el suelo.- ¿ Anais, estás bien? Lo siento tanto!!! No te ví- se culpo una de las delegadas, fingiendo preocupación por la chica.- Florencia chocó con Anais, no la vio- le explicó la presidente.- “ ¿ Eso fue lo que ocurrió?”- Marco parecía preguntarle con la mirada, se acuclilló para ayudarle a levantarse.- Marco…fue un accidente- respondió quejumbrosa la pelirroja.
A la semana siguiente al finalizar el entrenamiento, Tom le pasó el libro que le prometió. Marco al ver el nombre del autor en la solapa, se atragantó con el agua de la sorpresa y les preguntó a ambos:-¿Les gusta ese libro?-- Yo he leído otros títulos del mismo autor, sus historias son excelentes. Tom tiene el último que salió de la saga que se agotó en un día. No pude comprarlo en papel esa vez y las nuevas ediciones ya están reservadas.- ¿Ud. también lo lee capitán?- preguntó asombrado- Sí. Tengo todos sus libros-- Recuerdo ver el último libro que escribió en tu cuarto, ¿ fue el que te llevó Bruno?- Anais lo vio en su mesa de noche.-- Sí.-- ¿ Ya lo leí
Último capítulo