- ¿ Puedo conversar con mi tutor arriba?- se cruzó de brazos Marco.
- Por supuesto. Los dejo.-
- Anais hablaremos después, necesito aclarar algo contigo.-
- Bien.- “ No me gusta el tono con que dice eso” – pensó Anais.- Prepararé la cena con mamá.
- Recuerda no mojarte las manos.- le advirtió su hermano.
- ¿ Por qué no?- la madre se alarmó ante el comentario.
- Tuvo una caída en la escuela, y se lastimó las manos.-
- Puedo revisarte las heridas, después de que hable con Marco- le ofreció Bruno.-
- Gracias, pero estoy bien, lo limpiamos antes de venir.-
- Entiendo.
Bruno siguió al pelirrojo a su dormit