-Anaís, tanto tiempo- dijo el hombre de ojos color ámbar.-
No pensó verlo tan pronto, se le secó la boca por lo inesperado de su visita, debió pedirle al abogado y su asistente que investigarán su lugar de trabajo.
- Tom…- susurró, pestañeo rápido -toma asiento … a qué debo tu visita?- preguntó avanzando a su asiento tras el escritorio, estaba molesta - ¿ Deseas algo de beber?- se sirvió café para ella.-
- No gracias.- se sentó en la silla que le ofreció.
- No es una visita amistosa cierto?- le dijo en tono de sarcasmo.-
Tom, tomó una fotografía del escritorio de