Capítulo 71.
Capítulo 71.
Pov Calen:
Mentiría si dijera que estoy bien.
La verdad es que ya no sé ni en qué día vivo. Las reuniones me resultan eternas, las decisiones que antes tomaba con total seguridad ahora me pesan como si cargara un saco de piedras sobre los hombros. Y estoy así desde que Every se fue.
Cada vez que escucho alguna de esas canciones que ella tarareaba por los pasillos, esas que le hacían sonreír y bailar sola, una presión en el pecho me embarga. Me detengo, como un idiota, en medio de lo que esté haciendo, y no puedo evitar quedarme helado y muy quieto. Es como si olvidara todo lo que ha pasado y volviera a ese momento donde todavía ella estaba a mi lado.
Alexander me lo ha dicho ya más de una vez:
—Calen, te estás volviendo loco.
Y creo que tiene razón. Porque ver a Every en mi mente es más constante que ver mi propio reflejo. Cierro los ojos y está ahí. Escucho su risa en los pasillos vacíos, y —por qué no decirlo— en todos lados. El aroma de lavanda que antes me mole