Mientras tanto…
Luis Fernando y Guillermo iban en el auto, sumidos en un silencio incómodo que parecía hacerse eterno. Las gotas de lluvia golpeaban el cristal, creando un sonido repetitivo que solo acentuaba más la tensión entre ellos. Luis Fernando apretaba el volante con fuerza, concentrándose en la carretera y acelerando al máximo, decidido a que Guillermo llegara a tiempo para el nacimiento de su hijo.
Por su parte Guillermo, miraba por la ventanilla, sumido en sus pensamientos , incrédulo de lo que estaba viviendo. “Jamás imaginé que Luis Fernando pudiera hacer algo por mí. A pesar de nuestras diferencias, siempre le estaré agradecido por este gesto que ha tenido conmigo”, reflexionaba, sintiendo una mezcla de sorpresa y gratitud. Su mirada estaba fija en el camino, pero no podía evitar que su mente se trasladara al pasado, recordando todo el daño que le había hecho Greta Ripoll a sus padres, y todas las peleas y discusiones que había tenido con Luis Fernando, por Grecia y los n