Cuando Diana se enteró de que Felicia iba a ser liberada, estaba muy enojada.
—¡Si algo malo sucede, serás el único responsable, Joaquín! —exclamó apuntándolo
Él se veía agotado.
—Diana, por favor, detente con esto… Entiende, ella es…
—¡Sí! Lo sé, la madre de tu hijo. Me queda claro.
Diana salió enfurecida, Joaquín se levantó de la cama, estaba adolorido, pero poco le importó, bajó la escalera, para ir tras Diana.
—¡Diana, espera…!
Ella se detuvo. Cuando vieron entrar por la puerta a Margot de la mano de Rodolfo.
—Joaquín, me alegra verte bien.
Joaquín recordó todo lo que pasó antes, miró al hombre con odio.
—¡Suelta a mi hermana, ahora mismo!
Rodolfo no soltó a Margot, en cambio, tomó su mano con más fuerza.
—Joaquín… —dijo Margot con voz sorpresiva—. Joaquín, escucha, Rodolfo y yo…
—No hay un tú y él, ¡entiende que él solo quiere vengarse de mí y te está usando a ti!
Todos miraron a Joaquín como si estuviese loco.
—¡¿Qué tonterías dices, Joaquín?! —exclamó Diana sorprendida—. ¿Por q