Diana tembló ante el hecho de ser descubierta, creyó, ser màs lista, que el hombre estaba descuidado, sería algo rápido y fácil de hacer, durante años planificó este dìa, y ahora perdía de una forma tan estúpida.
Solo le quedaba una opción, y era escapar de sus garras; lo empujó y finalmente comenzó a correr como si el mismo diablo la persiguiera.
A Joaquín le tomó unos segundos reaccionar, y corrió tras ella.
—¡Diana! —gritó con fuerzas, incluso aunque la música era muy alta, ella alcanzó a escucharlo.
Su corazón latió con fuerzas, solo debía hacer una cosa, quería ver a sus hijos, algo estaba en su mente, y ahora no tenìa sentido
«¡Si te mataba, podía recuperar a mis hijos y entonces ellos estarían conmigo!», pensó
Sus ojos se nublaron por lágrimas tristes y de miedo.
Intentó bajar la escalera, cuando este hombre iba persiguiéndola.
Tuvo terror de ser alcanzada, y tropezó, lanzó un grito, luchó por agarrarse de algo que evitara su penosa caída, pero fue inútil. Cuando se dio cuenta