25. Estoy cansado
Gabriel
Acabo de salir de una reunión con Ivan y mi mejor amigo a decidido que hoy no pensaremos en la mierd4 que hoy vamos a tener una noche de hombres, porque según él necesito lo que ha llamado “Una intervención de emergencia”
Yo solo puedo pensar en que no sé en que momento de mi vida la mierd4 empezó a crecer tanto que ahora parece que quiere llegarme al cuello.
Mi madre.
Emma.
Catalina.
Julian.
El fantasma del pasado que jugó con nosotros.
La voz de Iván suena insistente a mi lado, pero no lo estoy escuchando del todo. Camino por el pasillo del supermercado con una canasta en la mano llena de cerveza alemana, mirando sin mirar, pensando sin pensar.
Es la rutina perfecta para fingir que todo sigue bajo control.
—Gabriel, ¿vas a seguir haciéndote el idiota conmigo? Deja de ignorarme, joder—repite, más fuerte, con un paquete de cereal en la mano—. ¡Te vas a casar con Emma, maldita sea! ¡Con Emma!
Sus palabras son un puñetazo suave, uno que ya me he dado tantas veces que ni siquiera