13. Estoy perdido
Gabriel
Veo como Catalina se aleja sin mirar atrás, con la espalda recta, el cabello ondeando sobre los hombros y su voz aún resonando en mis oídos. "Mi tiempo cuesta dinero".
Como una sentencia. Como un disparo directo al orgullo.
Y es que sé que de alguna manera ella debe estar disfrutando esto, viendo cómo necesitamos de los servicios de su empresa, luego de que ella salió de aquí por la puerta trasera y la amenaza de una demanda.
Sobra decir que en el segundo que mis padres se enteraron que ella era la CEO de Zenda Creativa empezaron a presionarme para desistir de cualquier contrato, y debería hacerlo. Después de todo yo mismo fui quién la despedí por traición, pero hay algo en todo esto que no está bien y si la única manera de evitar que ella vuelva a irse mientras averiguó la verdad es manteniendo el contrato, entonces que así sea.
A mi lado, Emma sigue despotricando y quejándose en voz alta y mi paciencia, de por si muy escasa, llega a su límite.
—No golpeamos a nuestros socios