Cuando Marcos salió del baño, ya Laura estaba lista para salir.
—Vaya, nunca te habías vestido tan rápido. —dijo él con cierto sarcasmo.
—Muero por preguntarle a Marta, sobre su primer antojo.
—No la presiones tanto, deja que sea ella quien te cuente. —sugirió.
—Es mi bebé a quien lleva en su vientre, qué de malo tiene que me interese en saber.
—Sé que lleva a nuestro bebé, pero recuerda que esto también es nuevo para ella.
Laura frunció el entrecejo, Marcos pocas veces por no decir nunca, defendía a su amiga.
—¿En serio estás defendiendo a Marta? —preguntó con asombro.
Marcos palideció ante la pregunta de Laura. Iba a responderle cuando ella corrió a sus brazos y lo abrazó.
—Sabía que tarde o temprano te darías cuenta de lo increíble que es Marta.
—Exageras, Laura. Sólo soy objetivo.
—Pues ya eso es un avance. —replicó ella sonriendo.— Ahora date prisa que no quiero llegar tarde a la cena. Iré a decirle a Mercedes que no preparé cena para nosotros. —dijo y salió de la habitac