Capítulo 6.
Evelyn.
Las paredes que me rodean me devuelven a hace años cuando una desorientada versión de mí veía cosas para las que no se preparó.
Esa versión de mí la asesiné yo misma.
Ahora simplemente veo los barrotes que me separan del pasillo por el que se marchó el oficial a quién Logan me entregó. Cuento los tic tac del reloj, en tanto mantengo la postura recta, evitando verme mal para las cámaras que hay en el lugar.
Lo único que detesto es la mancha que tengo en el abrigo, el resto son simplicidades.
—¿En serio necesitaste de ese pedazo de basura? —escucho su voz, y con ella, ese tono que lleva mi nombre incrustado entre los dientes.
No levanto la cabeza todavía. Me permito un suspiro, porque si algo aprendí de él es que su rabia se infla cuando no recibe atención inmediata.
—¿Ni en tu punto más alto de desesperación pudiste evitar caer tan bajo? Un Ashford, Evelyn... ¿De verdad?
—Ya supéralo, Logan —respondo por fin, alzando la barbilla como si no lo hubiera sentid