Capítulo 35
Cuando Thiago le hizo aquella última pregunta a Sofía, esta quedó completamente paralizada. No supo qué responder y era como si el aire hubiera desaparecido de repente, dejándola sin aliento ni palabras. Sus ojos buscaron los de él esperando encontrar un indicio de comprensión, pero solo halló un frío que heló su sangre.
Los murmullos del hospital y las miradas furtivas de la gente a su alrededor parecían aumentar la presión en el pecho de ambos. Thiago, al notar que varias personas los observaban después de su pregunta la tomó del brazo con firmeza y la arrastró fuera de la sala hacia un rincón más apartado. Su voz ya no podía cargar el peso de la impotencia que sentía y eso la estaba matando.
— Si vas a hablar de esto, mejor que sea lejos de aquí — dijo con un tono serio que no admitía discusión.
Después de unos pocos minutos al fin estaban solos finalmente y el silencio se volvió un enemigo que los acechaba, hasta que Thiago rompió la calma con la pregunta que Sofía tan