Capítulo 18
Al llegar la noche, las calles de París se iluminaban como si cada estrella del universo hubiera decidido bajar a la tierra. La ciudad, conocida por su arte, su moda y su eterna capacidad para enamorar, se vestía de gala para recibir a las personalidades más influyentes en el mundo de los negocios.
El glamour flotaba en el aire, con hombres y mujeres que lucían impecables. Los trajes perfectamente confeccionados y los vestidos brillantes parecían bailar con la música tenue que se filtraba desde el interior del salón. Sofía, sin embargo, no estaba segura de querer asistir a ese evento. Había tenido un mal presentimiento desde la mañana, un zumbido leve en el pecho que no lograba quitarse. No tenía razones concretas que le dijeran por qué se sentía así, por lo que solo era la sensación incómoda de que algo iba a cambiar.
— No puedes quedarte en casa abrazando a los niños toda la vida, Sofía — le había dicho Alexia viéndola desde el umbral de la puerta.
Sofía suspiró una vez