Capítulo 16
Ocho años. Ocho jodidos años han pasado desde aquella vez.
La ciudad nueva era un refugio que no olía a Thiago, ni sabía a su risa. Cada calle, cada parque y cada esquina eran ajenos a los recuerdos que Sofía se negaba a permitirle al corazón. Se había construido desde las ruinas y se convirtió en una mujer más fuerte. Más callada, más elegante y sobre todo en madre.
El sol de la mañana caía sobre la cocina blanca como una promesa y Sofía revolvía el café mientras escuchaba el repiqueteo de pasos suaves bajando las escaleras. Eran dos. Siempre eran dos. Uno más rápido y más salvaje, mientras el otro era más curioso, con esa mirada que parecía escudriñar el alma.
- ¡Mamáaaa! - gritó Abril, una niña de ocho años con el cabello tan oscuro como la medianoche y unos ojos enormes, iguales a los de su madre - ¡Eros me escondió los lápices otra vez!
- Yo no fui - respondió el niño desde el marco de la puerta, con una sonrisa pícara - Solo los cambié de lugar para una misión secre